domingo, 28 de octubre de 2012

Aielo de Malferit...cuna de Nino Bravo

Luis Manuel Ferri Llopis, más conocido como Nino Bravo, falleció prematura y trágicamente cuando tan sólo contaba con 28 años. Un despiste y el BMW en el que viajaba junto a otros colegas de profesión de Valencia a Madrid se salió de la carretera, en una traicionera curva a la altura de Tarancón (Cuenca). El accidente fue muy aparatoso, dando el vehículo varias vueltas de campana. Aunque el cantante fue trasladado de urgencia al Hospital Universitario Gregorio Marañón, nada se pudo hacer por su vida. Nino ingresó ya sin vida con unas heridas muy graves en la cabeza y en el pecho. Aunque nunca hubo causa oficial de la muerte, se sospecha que esta pudo ser consecuencia de un neumotórax y politraumatismos causados por no llevar el cinturón de seguridad. Los demás ocupantes del vehículo sobrevivieron al accidente. 

Nino fue enterrado en el Cementerio General de Valencia. A su entierro acudieron más de diez mil personas, según las crónicas periodísticas. A su capilla ardiente no acudieron ni la esposa de Nino ni sus padres, probablemente por el dolor de la repentina y trágica pérdida, aunque sí estuvieron presentes en el entierro, con gran esfuerzo (según las crónicas, la viuda, superada por la situación, llegó a sufrir un desvanecimiento). 

El día del entierro, Valencia entera lloraba. Fans, familia, amigos y un sinfín de personas relacionadas con el mundo del espectáculo dieron el último adiós a un artista que ya es un mito, una leyenda de la canción moderna, una voz que ha traspasado las fronteras del tiempo y del espacio para llegar a ser considerada como una de las mejores voces españolas de todos los tiempos. 

Así se fue Nino Bravo, uno de los artistas más grandes de la música hispana. Así se fue su impresionante voz, su natural carisma: de un soplo. La pérdida dejó desolada a su viuda, embarazada de la segunda hija del matrimonio, y dejó en estado de "shock" a una España que no daba crédito a la prematura desaparición del intérprete. Según reporta La Vanguardia de la época, cuando las emisoras de radio valencianas interrumpieron su emisión para dar la trágica noticia, cientos de ciudadanos llamaban para "preguntar si era cierta la noticia".  

Nino Bravo, nacido en una pequeña localidad valenciana llamada Ayelo de Malferit, descubrió bien joven que su voz era especial. Animado por todos los que le conocían, comenzó a cantar en Sagunto y a los 16 años entró en un conjunto musical con el que recorrió toda Valencia haciendo bolos y diversos concursos de canción. En 1969 se presentó oficialmente como artista en el Teatro Principal de Valencia. Pero fue a raíz del programa "Pasaporte a Dublín" que a Nino Bravo se le abrieron las puertas del éxito. Allí actuó junto con otros grandes de la escena musical de la época, como Rocío Jurado, Concha Piquer o Encarnita Polo. Quedó finalista con Karina, que finalmente fue la escogida para ir a Eurovisión. Nino participó dos veces para ir al Eurofestival.

El primer éxito de Nino Bravo fue "Te quiero, te quiero", éxito en el verano del 69 y un tema que es ya un clásico de la canción española. A pesar de que su carrera fue corta, Nino Bravo fue una máquina de hacer éxitos: "Noelia", "Esta será mi casa", "América, América", "Libre", "Perdona"… son sólo algunos ejemplos.

Cuando Bravo graba su segundo disco, hace una gira por Latinoamérica, donde tiene una muy buena acogida, sobre todo en Colombia, México y Argentina, países que lloraron su muerte de manera muy sentida. 

En la grabación de su tercer disco el artista ya es toda una figura pública y su creciente éxito le lleva a participar como representante de España en el Festival de la Canción de Río de Janeiro 1972, donde queda empatado por el primer puesto con el representante de Estados Unidos (aunque finalmente pierde debido a una injusta decisión del jurado). Semanas después del polémico concurso sale a la venta su cuarto y último álbum publicado en vida, que incluye dos de sus mayores éxitos: "Libre" y "Esta será mi casa". En 1973, Nino comienza la grabación de su quinto álbum, que saldría a la venta de forma póstuma. Las ventas de este disco post-mortem batieron todos los récords con 90.000 copias vendidas. Y es que la pérdida de uno de los mejores cantantes de España hizo que todos los ciudadanos quisieran tener un pedazo de Nino Bravo, de ese artista de talento infinito, del valenciano más universal.

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